Ha sido una etapa en su mayor parte fácil, los collados se nos hacen cada vez mas duros, caminamos muchas veces para cuidar las piernas y eso lo hace más lento. Hemos disfrutado de unos paisajes increíbles, la zona de bosques y el embalse de Iratí, desde este lugar estábamos a unos 15 km de Francia. En muchos puntos no había tantos desniveles y, por otro lado, no sé si será por el gran esfuerzo que estamos haciendo pero en los descensos ya no se descansa. Llegamos a Orreaga con un hambre descomunal, la granola ha cumplido su función, pero necesitamos más antes de la cena. Por ello un buen café con leche y un bocata del famoso Jamón Ibérico nos hace muy bien, ¡Qué bueno! Hemos dado una vuelta por el pueblo y, como siempre, el contactar con lugareños nos enriquece enormemente. Roncesvalles , en euskera Orreaga, es rica en tradiciones e historia, tanto es así que desde la prehistoria ha sido el paso obligado a la península ibérica de celtas, bárbaros, godos y hasta el mismísimo ...