DOS BIKERS AFICIONADOS CON PASIÓN

Somos aficionados y fuimos arriesgándonos, no teníamos conocimientos mecánicos de la bicicleta, salvo cambiar cámara o algún arreglo simple. Pero teníamos las cosas claras, alcanzar esta meta.

A medida que pasan los días te vas hartando, te cansas de pedalear, caminar, leer el libro y las fichas técnicas,  de los errores y te dan ganas de tirar todo. Es ahí donde necesitas de la fuerza mental, la voluntad de querer terminar, para eso es importante emprender el viaje como un paseo y no exigirse más de lo que sabemos que podemos dar.

Cuando hay una meta difícil de tanto esfuerzo físico la mente nos dice ¡Volvamos!, ¿Qué hacemos acá? y  ahí es cuando no hay que flojear.

Desde el inicio de la etapa no nos funcionó el GPS o no supimos hacerlo funcionar.  No teníamos brújula, a pesar de tenerlo en la lista se nos olvidó. 

Así que optamos por marcarnos la ruta de la travesía original del libro de Jordi Laparra, con bolígrafo y en papel.

sí decía  rodar 3 km dejar el camino y tomar el sendero de la izquierda, allí íbamos, 2 km mas adelante atravesar puente, atravesábamos el puente. Los ciclistas nos preguntaban cómo hicimos esto sin GPS ni brújula.

En algunos tramos el libro no coincidió con el reloj  y había que compensar. 

Nos llovió una sola etapa y eso complicó la travesía. Tuvimos que lavar la bicicleta, del barro que se acumulaba, en arroyos ya que de lo contrario no funcionaban los cambiadores.

La etapa más dura fue la 15 por tener muchos km. Por si eso fuera poco,  interpretamos mal el libro e hicimos unos 9 km demás. La subida del collado del Elorrieta la hicimos por rampas asfaltadas, muy duras. Luego bajamos por sendero 3 km donde es imposible transitar y  menos con alforjas  (Erratzu).

Para Bagordi tuvimos que hacer la subida en su totalidad caminando, donde los pedales te golpean constantemente los tobillos.

De éstas, mil historias más por cada etapa, pero lo importante es la satisfacción de terminar un desafío con éxito total.  La magnitud de Los Pirineos en nuestros corazones.

Los bikers José María  (cacheton)y Oscar(raton)